1/07/2007
El ángel negro
Estratosferas corrompidas de los 90´s
consumida en las llamaradas de una cocaina
y desplazadas en las inmediaciones de los cerebros virtuales.
La ciudad con una atmósfera azur ferroso claro,
se pone en cunclilla, para mirar de reojo el panorama con un sol verdoso.
El pobre ángel, aburrido de dar ayuda
mira desde arriba muy acongojado
la ciudad, que esta bajo la sombra de la noche y
un carro marcha por toda la carretera
se vuelca en plena armonía del sintetizador.
Mientras el mar choca con ritmo la isla San Lorenzo
conjuntamente con las campanas de la ciudad sumergida.
El sol salió del h2o con nubes de moho
y los tres chicos imaginarios
corren por toda la playa echo un muladar
para saltar sobre el muro
y pasar, como si fuera pan de cada día, por el carro accidentado
mientras un taxi volantea la marcha de una huelga
cual si fuera un teatro del absurdo
y que Jean Paul Sartre y Orson Welles Fueran los que escriben y dirigen.
La joven de bata camina por aquel tórrido camino
mientras recuerda cada palabra lisonjera
que le transmitía su pareja sobre su estupidez de que siga viva.
Cayendo sobre el matorral del oxido de carbono
Los imaginarios se la llevan a un lugar desconocido
Mientras le dicen con voz fuerte y acongojados “...serás nuestra niña madre”.
Mientras el ángel, de rodilla llora, porque su amada no pudo seguir con él en el plano celestial
Y todo ofuscado quiere ser mortal
Para poder amar.
Pero el ángel no puede olvidar su pasado
Ya que sus compañeros se lo impiden.
Dejar que el tiempo venga
sentarse tranquilo, sorberse una limonada.
a lo lejos se escucha un New Age Andino donde los incas corrían largos tramos
para suspirar bajo el mar cristalizado del lago Titicaca.
Las sirenas salen de su aposento para comer a las gaviotas muertas
Cada vez que un piano comienza a dar bramidos de tristeza
En el preciso momento que corre el ángel
Para patear los pórticos de hierro de un monasterio antiguo;
gritar con desesperación y caer llorando de sangre
sobre la injusta divinidad
mientras los imaginarios, con un ventilador, lo suben.
Juan Polanco-López.
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