Esa diafanes proba pero inconclusa
ataviada de mascaras pospuestas, para cubrir tu personalidad
envolviéndote en un manto de misticismo órfico o descansando en una capucha celta,
quizás el logos griego o tu sagacidad rapiña
empírica
no caduca
pero vigente para la coyuntura o circunstancia
LMA
TAU
1 comentario:
¿Y qué hay de los frágiles momentos,
dolores displicentes frente al inmarcesible tiempo,
en cuyos míticos recodos descubrimos lo extático,
el impreciso albur de la sangre inflamada?
Publicar un comentario