11/03/2006




Transcribimos íntegramente la entrevista que le hace el Editor y poeta Harold Alva a Raúl Solis, compañero integrante del grupo literario El Club de la Serpiente, a propósito de su vástago inicial:


RAÚL SOLÍS:

“he intentado escribir Poesía
desde la perspectiva de un sujeto poético neutro”



Raúl Solís (Lima, 1976), poeta, lector voraz, miembro del Grupo Literario El Club de la serpiente, acaba de editar su primer libro: CONFLICTO AZUL (Zignos, 2006), que sabemos estará en librerías desde el martes 7 de noviembre del presente. Previo al lanzamiento interrogamos al poeta. Como quien los prepara para la lectura del poemario aquí algunas señales, algunas pistas para introducirnos en el lenguaje de este poeta posmoderno.


¿Por qué rescatar al andrógino en un poemario?

El andrógino (o la andrógina) como tema está presente desde la Grecia clásica, desde el pensamiento lúcido de Platon, también en las esculturas que los artistas de aquella época hicieron tomando por modelos a deidades como Hermafrodito, Dionisos, Narciso, Céfiro y muchisimos otros, en los cuales, los griegos tratando de buscar ese contrapeso básico entre las fuerzas del Cielo y de la Tierra, del Caos y del Orden, y del Mal y del Bien, hallaron un camino simbólico, abstracto, indefinido, que les permitió expresar en un lenguaje sutil las ambigüedades de la vida, y lo extraño y peculiar de las naturalezas humanas. Yo, sólo he querido retomar en mi poemario esta tradición milenaria, he intentado escribir Poesía desde la perspectiva de un sujeto poético neutro, es decir, ni masculino, ni femenino. En estos momentos vienen a mi memoria unos versos cortos de Edith Sodergran: “Yo no soy una mujer / Yo soy un neutro...” Coincido plenamente con las ideas de esta brillante poeta modernista. Mi poemario partió desde una búsqueda esencial: revelar al mundo la doble naturaleza del andrógino. Incluso, no tuve ningún referente directo de nuestra tradición poética peruana. La llamada literatura de genero de los 80’s (Ollé, Pollarolo, Dreyfus, ect), no me sirvió de nada. Me vi obligado a bucear y buscar un estilo propio dentro de mi mismo y creo haber tenido algunos resultados óptimos. Conflicto Azul, es la crónica de un amor oscuro, de un amor ambiguo que me arrastró hasta las fronteras inhóspitas de lo etéreo e innombrable del propio Ser.

Hay quienes afirman que el andrógino es sinónimo de perfección, casi de divinidad ¿tú crees eso?

Por supuesto. Como bien dicen los místicos cabalísticos de la antigüedad, la andrógina vendría a ser un estado espiritual, un símbolo de pureza, de perfección. Un encuentro entre aquellas fuerzas internas del hombre: lo masculino y lo femenino, que está presente en todos nosotros, y que a su vez, influyen sobre el orden cósmico del mundo. Lo andrógino, no solo es humano, también tiene un carácter sacral, tiene la unción de lo divino.

Cuéntame de Celeste, tu monja infernal, tu prostituta incandescente, tu mujer caza demonios.

Bueno. A Celeste la conocí en el otoño del 2004 en las periferias del Cercado de Lima. Desde un primer momento su belleza lucífera, sus sutiles rasgos andróginos, conmovieron mi alma. De la noche a la mañana me converti en su leal amante. Me enamoré, la quise muchísimo, me involucré con ella, a desmedro de lo que eso le podría importar a mi familia. Celeste fue mi meretriz, mi anti-musa, mi muchacha andrógina –como le canto en mis versos. Ella fue la luz del infierno que me iluminó, que me redimió. Pues yo había llevado hasta ese entonces una vida muy desordenada, muy disoluta, y esta muchacha supo entender y conquistar mi espíritu. Celeste también fue mi diosa, mi virgen, la mujer que escuchó el susurro de mi llanto. A ella le debo todo. Mi ingreso a la Poesía, mi poemario, mi estilo de vida y, sobre todo, la vital experiencia que me enseñó a comprender mejor el mundo que nos ha tocado habitar a todos.


A contracorriente, el tuyo es un lenguaje barroco, una poesía que apela a los mitos ¿por qué ese acudir a “lo otro”?

Aunque he leído con provecho a Luis de Góngora, no sé si soy barroco o no lo soy. Apelo a “lo otro”, a los mitos, porque en ellos encuentro la explicación de nuestros orígenes, de nuestros miedos, de nuestros sueños que no se cumplieron. Para mí, la mitología europea y universal es determinante en la vida de un poeta. Y el poeta no solo esta obligado a estudiarlos, sino también a adaptarlos a su poética, a su espacio geográfico y temporal. Por ello, lo de incorporarlos en el ambiento urbano y callejero de mi texto. Los utilicé como un gran recurso, para poder así revelarles a todos ustedes el alma de Celeste, y el de sus hermanos: los andróginos divinos o divinizados que se presentan en la segunda parte de mi poemario. Los mitos traen un mensaje luminoso y sabio de los hombres del pasado para los hombres del futuro. Es por eso que están presentes en todos los libros sagrados (la Biblia, el Libro de los Muertos, el Popul Vuh, etc.), como un aviso, como un llamado, como una fuente de la cual tienen que beber los poetas, es decir, aquellos que tenemos la misión de expresarle al mundo el devenir y las contrariedades espirituales de la raza humana.

¿Qué escritores han sido tus referentes para embarcarte en una aventura como esta?

Mencioné anteriormente a la iluminada Edith Sodergran. Otros poetas que también tomé en cuenta fueron: Novalis, Georg Trakl, Constantino Kavafis, Oscar Wilde, Dante, Robert Graves, Sthepen Mallarme, Arthur Rimbaud, William Blake, Andrew Marvel y San Juan de la Cruz. Y entre los peruanos revise metodicamente algunos textos de Enrique Verastegui, (En los extramuros del Mundo, Leonardo.), Juan Ramírez Ruiz, (Las Armas Molidas) y José Pancorvo, (Profeta el Cielo.)

Cuando leo Conflicto Azul, por el tono me da la sensación que estoy leyendo algún poema de William Blake o de Rilke ¿sientes lo mismo, ahora que el proceso de creación ha pasado y puedes leer tus poemas a cierta distancia, con frialdad?

Es cierto que he leído la poesía de algunos místicos, de Rilke me impactó cuando andaba en la universidad, sus Cartas a un joven poeta; pero la mía es mas bien una poesía gótica, descarnada, una poética del Caos, en la cual algo se está revelando. En verdad, la sensación que tengo ahora al leer mis poemas es una sensación distinta. Creo que estos poemas nacieron como una especie de revelación. Pienso en algo divino, tal vez un ente, un dios, o un demiurgo que me llevó como en un encantamiento hacia los brazos blancos y cálidos de Celeste. El resto de lo que me sucedió ya es historia, leyenda, tal vez un nuevo mito moderno.

Algo que perturba, sobretodo por el significado que pesa en el libro, es la constante presencia de Aurora, el cuerpo luciferino de Aurora ¿Por qué esa insistencia?

Insisto en lo de Aurora, porque Lucifer también es llamado en los libros sagrados: El hijo de la Aurora o Lucero de la Mañana. Y aquello, lo infernal, lo demoníaco, siempre estuvo presente en la vida oscura y desolada de mi amada Celeste. Creo que ello no solo es una constante en mi poemario, sino, del mismo modo, una AFIRMACIÓN, con Celeste reafirmé mi vida solitaria. Ella fue el deseo oculto que me impulsó a escribir Poesía. Mis poemas tienen el voltaje de esta mística negativa. Son un canto a la oscuridad. Pero, como me lo hizo saber mi amigo el poeta Willy Gómez, en mi poemario, igualmente, se destruye esta oscuridad para entrar en otros campos, en otros paraísos, y ver el renacimiento de una novísima luz, una luz andrógina que anuncia la presencia de un nuevo Hombre.

Esta crónica oscura del amor, este golpe desde lo mítico, ¿cómo te ha dejado después del recorrido?

Me ha dejado contrariado, distinto, quién sabe, hasta redimido. Tal vez, lo que ahora debo hacer es dedicarle mi vida a la Poesía. Escribir y leer con insistencia. Nunca desmayar, mas bien siempre luchar por lo genuino, por lo auténtico: vivir en Poesía.

¿Aún sueñas con el bellísimo Tadzio? ¿Aún con el sonido de Ziggy Stardust? ¿Cuánto pesan en ti todavía?

Pesan mucho. Tadzio, como ya lo dijo Víctor Coral, es el símbolo de la belleza perdida de la juventud. Es el Narciso de la edad contemporánea. Y Ziggy Stardust, es el héroe, el héroe del rok que bajó desde un universo lejano hacia la Tierra para traernos un nuevo mensaje, otro evangelio muy ajeno al cristiano-paulino que ataca lo andrógino, lo hermafrodita. Ziggy Stardust nos habla de otra era: la era azul del andrógino que velará por esta humanidad.

¿Qué viene después de este Conflicto?

Tal vez un libro de cuentos fantásticos. Y luego, un nuevo poemario, que me puede tomar como el anterior un par de años en trabajarlo, porque soy muy riguroso con los poemas que escribo. Tengo además dentro de mis cofres una novela gráfica. Hay tantas cosas que vienen a mi mente, y el tiempo que poseo para ello todavía no es tan pleno como quiero.

En una frase, ¿quién es Raúl Solís?

Un hombre honesto con su oficio. Un poeta comprometido con todas las causas nobles y valiosas de estos tiempos. Un hombre que ama y no se arrepiente de esto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ojala sea un buen poemario, lo esperamos con ansias.

Helios Nek dijo...

Uno de los mayores y mas precientes errores en la cultura del Oeste es la idea de que existen dos generos separados y “opuestos”, masculinidad y feminidad. Esta dualidad de genero no solo es falsa y sin ningun soporte factual o cientifico, sino ademas muy dañina. Una estrategia para superar este mal es la idea de la androginia, en la cual la masculinidad y la femenidad no son concebidas como extremos opuestos de un espectro, mas bine como dos espectros separados: puedes ser o tener ambos al mismo tiempo (o ninguno), no solo el uno o el otro. Luego, puedes combinar varios componentes de la masculinidad y la feminidad en un sinnumero de formas, de acuerdo a tus preferencias individuales, necesidades y naturaleza. Deberiamos nosotros entonces apuntar a una cultura androgina, individualista y altamente diversa?
Algunas personas pienzan que el concepto de la androginia no va lo suficientemente lejos; por que la androginia aun reproduce elementos de una falsa division antigua de la masculinidad y la feminidad, este deveria ser abandonado. Lo que nosotros necesitamos no es construir combinaciones de dos conceptos falsos, sino regresar (y avanzar a) una situacion sin division para empezar, un lugar sin la dictonomia de genero. El punto es que mantener lo masculino y lo femenino aparte y separado es lo que es dificil e innartural, mientras que mantenerlos juntos es simple y natural. Nosotros entonces debemos de avanzar pensando en la androginia, con el fin de superar la esquizofrenia cultural y social del dualismo de genero.