3/13/2007


Balada de la piedra que canta

Yo que he sabido verte entre las cosas esenciales
Me enojé cuando pronunciaron tu nombre en lugares comunes.
Ezra Pound


I

Y esos muchachos de inquietos modales
de conjuntos sediciosos
de sordera brutal
han reñido frente a sus padres
—han avergonzado a sus padres—
y la culpa les ha sonreído en los ojos frescamente
como si el abismo de luces que los separa de ellos
no fuera también arena de sus desiertos.

Ahora, no he de reconocer sus blancas mandíbulas
creciendo peligrosamente sobre mi presencia

no, ya jamás diré de ellos
que se encabrita su corazón al verme deambular
por los pasillos de la ausencia
mudos testigos de esta canción
y mártires de su primera luz.

A mi parecer
los niños han crecido
y en sus genitales se deposita ya
la nueva semilla de estas palabras.


II

Ahora vendrán los tiempos de generosidad espiritual
los encanecidos aros de luz reinarán sobre la tierra de todos los caballos
y todo será verte y anudarme a tu cintura

todo será retenerte
y valer dos veces la sensación de penetrar
entre esos obstáculos
que se empecinan en castrarme las sonrisas

[los iniciales dichos que la juventud promete
anidarán secretamente en mis proverbios
cultivando locamente todo intento de placer]

y verte bailar frente a un espejo
como en primavera
desnuda de vergüenzas
será amanecer en los rojos precipicios de la noche

entonces
una música
nacerá de tu sonrisa valiente de cascada

y desde el fondo de ti
brotarán tus últimas palabras
para animarme

y desde el fondo de mí
una promesa
cantará tu nombre

sólo tu nombre
impronunciable bajo la luz de esta piedra que canta.



JUAN PABLO MEJÍA

2 comentarios:

Anónimo dijo...

verte desnuda frente al espejo
parece una immgen del centro de lima y porque el poeta es jovenzuelo de repente le gusta ir donde los videos pub y es meritorio

Anónimo dijo...

un poema con mucho aliento al brotar la sensación de las semillas que son el efecto de nacimiento, origen , genesis.
Te lo dijo Sandra Cuadros H